Viktor E. Frankl
Viktor Emil Frankl fue un
neurólogo y psiquiatrista austriaco nacido en una familia judía, fue capturado
por el partido nazi en 1942, sobreviviendo a ello, se decide a escribir un
libro de sus experiencias en los campos de concentración en los que estuvo y lo
que aprendió conviviendo con gente en la misma situación que él.
El libro fue escrito en el
difícil contexto de la etapa en la que ser judío era razón para morir o ser
esclavo, la mala situación en la que se encontraba en el campo de
concentración, para todos los que se encontraban ahí, era horrible tener que
estar viviendo bajo presión y miedo de morir, al autor le era demasiado fácil
identificarse con sus compañeros al saber que todos sentían lo mismo.
El hombre en busca de
sentido trata sobre un psiquiatrista que viaja hacia “una fábrica de
municiones” donde les iban a dar empleo, pero para su sorpresa, los engañan y
los llevan a un campo de concentración en Auschwitz, explica cómo se siente ser
internado en un campo, el shock que esto provoca y las reacciones que observaba
en los demás.
El autor mostró sus pequeñas
observaciones, contándonos cómo logro pasar cada una de las selecciones
basándose en los detalles y comportamientos de los admitidos y no admitidos.
Una de sus técnicas, fue decir que era médico para tener ciertas prioridades
que los demás internos no podían tener.
Al entrar, lo primero que se
prometió, fue no suicidarse, aspiraba a ser del pequeño porcentaje de los
hombres que no le tenía miedo a la muerte.
Lo siguiente en la historia,
fue acostumbrarse al campo de concentración, era el prisionero número 119.104,
uno más de los miles que había, veía a los otros prisioneros ser golpeados.
Poco a poco, el ver enfermos, agonizantes y muertos le parecía más común, cada
vez se conmovía menos ante el sufrimiento humano.
Otra de las reacciones muy
comunes entre los pacientes, era la insensibilidad, los golpeaban, pero eso no
les producía la mínima provocación, a pesar de que algunas veces era por ninguna
razón, en realidad, era un mecanismo necesario para sobrevivir ahí dentro, era
autodefensa.
Los prisioneros se olvidaban
del sentimentalismo, de todo lo que podría mostrar debilidad ante los capos y
que se pudieran aprovechar de ello.
Viktor Frankl, como todos
los que se encontraban ahí, tenía nostalgia, extrañaba a su familia, a su
mujer, el ser libre y no preocuparse por morir dentro del campo.
Una de las cosas que más les
afectó a los prisioneros, fue el hambre, había peleas por la comida y por las
raciones…la comida era el centro de su vida mental, era en lo que pensaban para
sobrevivir, todos tenían una notable desnutrición.
Para entretenerse en el
campo, algunas ocasiones improvisaban espectáculos, en los que actuaban,
cantaban, recitaban, contaban chistes, hacían lo posible para olvidar los
problemas que tenían y tener un buen rato al olvidarse de todo, además de que
si lo hacían bien, obtenían premios (más comida).
Frankl logró llegar al cargo
de doctor, con lo cual lograba conseguir un poco más de comida y algunos de los
enfermos agonizantes, le regalaban sus posesiones al presentir que su muerte se
encontraba cerca. Harto de trabajar en el fango, el hielo y con hambruna,
decidió escapar, pero su intento falló al ser evacuado el campo (en el que ya
quedaban muy pocos prisioneros).
Al tiempo de estar
encerrado, a Frankl ya no le importaba cómo estuviera la situación afuera.
Creía que si su esposa había muerto, no tenía importancia, ya que no necesitaba
que ella estuviera viva para amarla.
Algo que le llamaba mucho la
atención a Frankl, era la psicología de los guardias. Era extraño cómo era que
siendo humanos, los guardias trataran de una manera tan repugnante a sus
similares, eran sádicos y severos, pero se le hacía fácil comprender que si
eran las personas más brutales y egoístas, tendrían más probabilidades de
sobrevivir. Entre los guardias, se encontraba rara vez alguna excepción, un
guardia que se olvidaba de su egoísmo y regalaba de vez en cuando un pedazo de
pan como signo de lástima. Esto dio a Frankl la frase "Hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos:
"raza" de los hombres decentes y la de los indecentes. Ambas se
encuentran en todas partes y en todas las capas sociales".
La
liberación, provocó reacciones notables en todos, Frankl tuvo la gran
oportunidad de analizar a sus compañeros prisioneros y a él mismo como uno de
ellos, ¿cómo sería la vida ahora?, todo lo que veían les parecía irreal, creían
que era un sueño y no podían alegrarse aún.
En la fase
psicológica del desahogo, para él, era la más peligrosa, los prisioneros tenían
la excusa de que les habían hecho mucho daño, y que podían desquitarse
haciéndolo ellos también.
La
logoterapia, es un método terapéutico en el cual, intenta que el paciente sea
consciente de sus razones para vivir y sus responsabilidades. En la historia,
se presentan muchos ejemplos, el principal es el del mismo protagonista, que
estaba a punto de publicar un libro acerca de sus trabajos y fue su razón para
luchar en el campo de concentración, Muchos de los otros ejemplos, son los
otros prisioneros, para los cuales, el sentido de su vida eran sus familias.
Después de
todo lo vivido en los campos de concentración, Viktor Frankl, pudo detenerse a
examinar sus vivencias, sus pensamientos y sus acciones, pudo notar las
diferentes reacciones y la forma en la que las personas se deciden a luchar o
no hacerlo, y que esto es simplemente si se tiene un porqué para vivir, el cómo
hacerlo no importa. Sin embargo, llega a la conclusión de que el ser humano no
puede vivir sin tener preocupaciones, lo cual, le proporciona el sentido de la
vida.
Mi opinión acerca del libro,
es que, a pesar de ser un poco confuso en cuanto a palabras etimológicas, nos enseña
que nuestra vida no es nada difícil a comparación de otras personas que viven
experiencias muchísimo más complicadas que las nuestras. En general, el libro
me gustó, no es de los libros que “te jala” pero es muy interesante en muchas
de las partes.
El capítulo que más llamo mi
atención fue el de la 3ra etapa: la liberación, creo que es la parte que más
esperaba del libro, quería saber cómo sería el final y cómo era la manera en la
que iba a reaccionar. Me gustó mucho la frase de “vive como si ya estuvieras
viviendo por segunda vez y como si la primera vez ya hubieras obrado tan
desacertadamente como ahora estás a punto de obrar”, se parece mucho a la
manera en la que yo veo la forma en la que hago y veo las acciones.
Lo que esperaba del libro es
que contara mas detalles al final, me hubiera gustado que contara si su esposa
vivió, cómo fue su regreso a casa y su vida en libertad.
La verdad, si recomendaría
este libro, hace reflexionar mucho sobre la manera en la que tratamos a los
demás, cómo vemos la vida y lo que no aprovechamos de ella, debemos prestar
atención a los pequeños detalles, a disfrutar lo que tenemos porque podríamos
perderlo algún día, quedarnos sólo con nostalgia y sin sentido en nuestra vida